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Filosofia de esta casa

Esta Casa, desde que echó a andar, no ha tenido ninguna duda respecto a lo que entendemos como recopilación en cualquiera de sus variedades y modalidades. Consideramos el coleccionismo, tanto el filatélico como de cualquier otra índole, como el placer de reunir, de compilar, para gozo, disfrute y entretenimiento del coleccionista. Matar la curiosidad, satisfacer el gusanillo, regocijarse por la obtención de una nueva pieza o un nuevo sello que completa su selección.

   Nada más. Si el usuario entiende que el único sentido del acopio es el acaparamiento de objetos o unidades, más allá de conservarlos en su poder como meta, con la intencionalidad de almacenamiento y especulación, se estará creando falsas expectativas. No entendemos el coleccionismo como una inversión, aun sabiendo que cada cosa tiene su valor; pero le damos más importancia al atractivo sentimental que otorga el entusiasmo personal que al económico.

   Desagradables experiencias pasadas siguen en nuestra retina, aquellas en que organizaciones o mafias piramidales han estafado a inocentes o inexpertos ciudadanos con la promesa de revalorizar sus inversiones. Cortinas de humo. Muchos de los engañados no requirieron asesoramiento profesional que les hubiese disuadido del timo o la sospecha. La mayoría desconocía el mundo de la filatelia y se dejaron embaucar por cantos de sirena. Raramente alguien se enriquece por acumular colecciones, a no ser que sean piezas y ejemplares únicos, algo que también necesitaría del visto bueno de un experto.

   Consideramos pues que el coleccionismo de la gente coleccionista no debería buscar más allá del puro placer de completar su colección, no con miras a obtener grandes recompensas en el futuro. Se evitarían así irritantes sorpresas de estafadores que tanto daño han causado al mundo filatélico y que han provocado fuertes convulsiones en las gentes sencillas a la hora de comprar.

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